LA ESPERA

 

 

 

 

 

Me desperté llorando como se llora un muerto
y unos pasos fugaces en mi oido sentí,
con reflejos de luna tu silueta yo ví
bajo aquel limonero de azahares cubierto.

Las flores dormitaban seguras en el huerto,
con los rayos argentes te supe quieto allí,
tu boca sonriente..., mi sonrisa te di
bajo el cielo estrellado y el vibrar de un concierto.

Cada noche de luna, mi corazón atento
espera tu visita hasta el amanecer
sin importar minutos ni el susurro del viento.

Con ansia enamorada busco el anochecer
olvidando las horas de un esperar tan lento
en mi afán de sentirte de nuevo renacer...


Sofía Martinez-Avellaneda
22 de abril de 2007

 

 

 

 

 

 

 

 

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