REALIDAD

 

 

 

 

 

¡Que tiempos de verdor! cuando crecía
el ansia de vivir, cuando era espiga
jugando con el viento y era amiga
de aquel gnomo soñado que veía.

Todo un castillo fue, rompió la ría
de cieno y podredumbre, hasta la viga
que doblada quedó cual pan sin miga
destruyendo el paisaje y lo perdía.

Ya no hay gnomos, ni hadas, ¡realidad!
una triste visión sin aliciente,
lo anterior fue mentira, ahora verdad.

Y sueño con poder ser inconsciente
pensando del amor fidelidad,
creyendo que es verdad cuando se miente...


Sofía Martinez-Avellaneda
20 de marzo de 2007

 

 

 

 

 

 

 

 

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