EN SOLEDAD

 

 

 

 






En soledad le siento permanente
sin física presencia y sin embargo
el tiempo que transcurre nunca es largo
sabiendole a mi lado quedamente.

Dificil de explicar lo que la mente
sin ojos vé y escucha en su letargo
cuando el cuerpo marchito es tan amargo
que el alma lo reemplaza lentamente.

Ya no importa la vida que es pasado
ni pensar en futuro inalcanzable
ni vale recordar cuanto se ha amado.

Sola vine y me iré, incuestionable
y aunque no sé hacia donde lo esperado
sé que estará conmigo en lo inefable...





Sofía Martinez-Avellaneda
10 de julio de 2008.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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