Te olvidaste de todo voluntario
y emprendiste otra vida, otro camino,
no más flores ni espinas, ¿fue tu sino?
¿o quizás la razón de un mercenario?
Es día de recuerdo, aniversario
de un tiempo ya perdido sin destino,
el escorpión dormido con el vino
y apagado por siempre el incensario.
El vaivén de las olas va sonando,
el mar ruge con fuerza tenebrosa
y ese rumor que ensorda va aumentando.
Y al final el silencio de una fosa
volverá a tu refugio memorando
el olor de esa rosa que fue hermosa...
Sofía Martinez-Avellaneda
20 de junio de 2008.