Me gustaría poder volver a amar
pero ya el corazón tengo dormido,
una noche de luna y un olvido
se mezcló con las aguas de mi mar.
En la playa quedé con mi soñar
despertando del sueño malherido
recordando ese tiempo ya vivido
que murió sin llegarse a realizar.
Me abracé con mi amiga soledad
esa amiga tan fiel que me ha enseñado
la verdad que se encierra en libertad.
Pero amé y el recuerdo de lo amado
se erige en panacea de verdad
sintiendo que ese amor no fue olvidado...
Sofía Martinez-Avellaneda
17 de enero de 2008.