CANSADO ESTÁ MI CUERPO, NO MI MENTE

Cansado está mi cuerpo, no mi mente.
Me abruman el esfuerzo y la fatiga;
mas algo en mi interior hay que me obliga,
que cumpla mi labor rápidamente.

¿Es miedo al cruel final o solamente
estúpida ambición de que consiga
que graben mi apellido en una viga,
que lea en el futuro mucha gente?

Lo ignoro mas prosigo mi tarea,
plasmando en el papel mis sentimientos;
cantando cuanto el ánima desea

sin miedo y sin temores, sin lamentos.
Que llegue a mí la Parca si desea,
sabré yo distraerla con mis cuentos.

¡Ah, mágicos inventos
que surgen de las mentes portentosas..!
La Muerte no hace caso a tales cosas.




Francisco Escobar Bravo
27 de abril de 2007

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