CAMINANDO AL PARNASO

Una más en mi haber de sufrimientos...
Otra vez aposté y en la partida
no gané más que llantos y lamentos,
la cosecha perenne de mi vida.

No lo entiendo por más que lo examino,
no comprendo en qué erré si fui sincero;
hoy de nuevo prosigo mi camino,
esperando encontrar pronto un lucero

que me lleve a la meta señalada
y conduzca mis pasos a la gloria,
que me dé su fulgor sin pedir nada
y que alegre celebre mi victoria.

Pero no soñaré con espejismos
que mi mente sumerjan en letargo;
los errores de ayer, siendo los mismos,
cometí nuevamente sin embargo.

Esta vez buscaré que la fortuna
llegue a mí perentoria, en plazo breve;
que me alumbre en mis noches clara luna
y, si no, que la tierra me sea leve.

Que a la muerte no temo, pues sabido
es que llega implacable a todo hombre;
pero sí tengo miedo a haber vivido
y se olviden por siempre de mi nombre.

Para tal no merece ni la pena
el vivir conociendo que tu paso,
tras tan larga y estúpida condena,
no te lleva directo hacia el Parnaso.

Pues no ansío el dinero y ser famoso,
mas me angustia quedar en el olvido;
que mis versos se pierdan en un foso
y no sepa ninguno que he existido.




Francisco Escobar Bravo
18 de abril de 2007

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