CANSADA ESTÁ MI MUSA




Cansada está mi Musa, está indolente.
No viene a visitarme a mi garita.
Se ve que algún descanso necesita
o acaso perezosa es que es mi mente.

Será un compás de espera y solamente
despertará de nuevo si la agita
la risa de una hermosa muchachita,
volviendo a revivir seguramente.

Aquel amor de ayer dejó transido
y mustio el corazón. Sin ilusiones.
Mas pronto relegarlo hacia el olvido

sabré, como en pasadas ocasiones.
¡Que llegue sin tardanza a Dios le pido,
pues no puedo vivir sin emociones!

¡Ah, vibrantes pasiones!
¡Llenando de emoción el alma mía,
me impulsan a forjar mi Poesía!




Francisco Escobar Bravo
6 de agosto de 2008

VOLVER