ASQUEROSA SOCIEDAD


Pasada está la mañana
y sin vender una escoba.
Vacíos van los bolsillos
de quien trabaja y no roba.

Veremos si al mediodía
las ventas pintan mejores;
mas me temo que no mucho,
sino que irán a peores.

Pues es viernes y hoy comienza
vacaciones mucha gente.
Por ser la Semana Santa
más viaducto es que puente.

Luego dirán que las cosas
están caras. No hay dinero.
Mas para andar en viajes
más ricos son que un torero.

Me pregunto, alucinado,
de dónde sacan la guita.
Tomo el periódico y leo:
- Se ofrece mujer bonita. -.

¿A qué punto hemos llegado
o son ilusiones mías?
Mal pensado puedo serlo,
mas no digo tonterías.

Que tal como están las cosas,
y tan cara la comida,
se me antoja que algo extraño
está ocurriendo en la vida.

Me temo que más de uno
vive con lujo y grandeza
sin importarle lucir
adornos en su cabeza.

Y a la mujer suya vende,
a su madre y a su hermana;
para tirar poder luego
la casa por la ventana.

Eso, hablando de casadas;
que si se encuentran solteras
es igual. Que es más rentable
que irse a fregar escaleras.

Ése es el tema, señores:
La vergüenza se ha perdido.
Parece que poco importa
tener limpio el apellido.

Y no es cuestión de mujeres
que algunos, sin disimulo,
por dinero son capaces
hasta de poner el culo.

¡Qué sociedad, Virgen Santa!
¡Qué carencia de valores!
¿Dónde están los caballeros,
dónde fueron los señores?

Si el Quijote levantase
la cabeza por un día
les aseguro, de fijo,
que del susto se moría.

Pues en todo tiempo ha habido
sinvergüenzas y patanes,
mas hoy es que abundan más
que en Berlín los alemanes.



Francisco Escobar Bravo
15 de marzo de 2008

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