MUJER QUE MUCHO PRESUME


Mujer que mucho presume
de ser honesta parece
que necesita afirmarlo
para sentirse inocente.

Pues yo conozco señoras
que alardean de decentes
mientras su pobre marido
luce “joyas” en la frente.

El honor entre las piernas
no se encuentra muchas veces,
sino en ser fiel a sí misma.
Son los prejuicios de siempre.

El portarse con mesura,
no dando nunca la nota,
ni andar en charlas triviales,
¡es lo que en verdad importa!

Que de charlas inocentes
salen relaciones rotas.
¡Si lo sabré yo, Virgen Santa,
que viví tantas historias!

A relatarlas me niego,
pues las guardo en mi memoria.
Simples mujeres son grandes
y hay damas de baja estofa.

Mucho presumir es malo,
pero engañar al marido
es peor; aunque, a menudo,
hay cabestros consentidos.

Una venía a Madrid
“para admirar monumentos”.
Los monumentos, ya saben...
¡Y eso que no soy Robert Redford!

Pero no quiero aburrirles
con demasiados detalles.
Así que cierro la boca,
mejor será que me calle.

No sea que una serpiente
me inocule su veneno.
¡Dios me salve de tal cosa!
Prefiero guardar silencio.

Que caballero es aquél
que sus secretos se calla
y no alardea jamás
de antiguas de amor hazañas.



Francisco Escobar Bravo
17 de marzo de 2008

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