NO CANTARÉ A LA MUERTE Y SÍ A LA VIDA



No cantaré a la muerte y sí a la vida.
Estimo que es más bella una romanza
repleta de alegría y de esperanza
que aquella que es tristona y deprimida.

Cantarle a, del amor, la despedida
es síntoma de tiempos de bonanza;
si entonas con pasión, tu voz alcanza
a quien debió partir y así no olvida.

¡Cuán cruel es la distancia en los amores!
¡Fatal es de tu amor no estar cercano!
¡Estando el mundo lleno de mujeres,

en busca siempre voy del más lejano!
¡Estúpida actitud de muchos seres!
Mas pronto, sin dudar, vendrá el verano.



Francisco Escobar Bravo
5 de marzo de 2008

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