TE RUEGO LO COMPRENDAS, VIDA MÍA

 

Te ruego lo comprendas, vida mía,
que a veces no te preste mucho caso;
me debo a mi quehacer y mis poemas,
primero que el amor es el trabajo.

No quiero que te ofendas, no es desprecio.
Es sólo que deseo dejar huella.
Constancia de mi andar por el camino
tan duro y tan fugaz de la existencia.

Habremos de tener en otros días
la dicha de gozar, si tú lo quieres;
aguarda, no ha llegado todavía
el tiempo de en tu nido recogerme.

Mas pronto llegará, no tengas duda
y alegre cantarás en la mañana,
después de que en la noche hayas oído
un mágico repique de campanas.




Francisco Escobar Bravo
5 de enero de 2008

VOLVER