NAVIDADES PASADAS

 

La Navidad es un tiempo
de sonrisas y alegrías,
de ilusiones y festejos.
O así de ser debería.

Pues que nace el Niño Dios
para redimir al mundo.
Dándonos todo Su amor,
enviar Su Hijo Dios supo.

Esta noche es Nochebuena
y es noche de celebrar.
No es noche para las penas,
ni cometer ningún mal.

Mi padre está muy contento,
ya bebió rico licor;
y entre mis manos ha puesto
un pedazo de turrón.

Mis hermanos risotadas
van soltando por doquier.
Se ve que bebieron cava.
Yo voy a ver mi belén.

Este año lo han montado
hasta con luces y un río.
Son dos espejos cortados,
que relucen con gran brillo.

¡Navidades que recuerdo
del año cincuenta y cinco..!
Vino agosto y le vi muerto
a mi padre, y yo tan niño.

Se terminaron las juergas,
tuvieron que pasar años
hasta vivir otras nuevas
tan felices como antaño.

Entonces vi que mis hijos
tocaban la pandereta
y cantaban villancicos,
siempre al compás de las teclas.

Que mi hija aporreaba
el piano con gran arte.
Mientras los chicos cantaban
mi mujer se daba al baile.

Ya todo aquello se ha ido,
cada cual va a su ventura;
mas sigue en mi voz el grito:
- ¡Gloria a Dios en las alturas!

Y paz exista en la tierra,
felicidad y sosiego;
que se acaben ya las guerras,
mas dudo que llegue a verlo.



Francisco Escobar Bravo
18 de diciembre de 2007

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