NO FUERZAN LOS DEMÁS NUESTROS IMPULSOS...


No fuerzan los demás nuestros impulsos
por mucho que queramos alegarlo;
quizás las circunstancias contribuyan,
mas damos libremente nuestros pasos.

Habrás de sostener contigo misma,
sumida en ese abismo, inmensa lucha.
La culpa es sólo tuya y no de nadie;
no sirven los pretextos, las excusas.

La guerra a que te enfrentas no es sencilla,
habrás de sostener cruentas batallas;
mil veces perderás; mas, si te esfuerzas,
ya puedes esta lid dar por ganada.

Pues nada hay con más brío que la mente,
las ganas de vivir y estar contento;
valor sé que te sobra, ¡ve adelante
sin llantos y sin quejas ni lamentos!

Que tienes quien te ayude; aunque, a la postre,
muy sola habrás de estar en la contienda.
Tu vida es sólo tuya y no hay ninguno
que pueda darte ayuda aunque lo quiera.

Tú sola habrás de estar en la victoria
o acaso en la derrota, si es que pierdes.
El resto, lloraremos tu fracaso
un día; dos, quizás… Quizás, ya siempre.


Francisco Escobar Bravo
22 de septiembre de 2007

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