Yo sólo he tenido un hijo,
pero por suerte en mi vida,
he disfrutado de muchos
que recuerdo todavía.
Cuando me jubilé,
sufri mucho aquel dia,
al despedirme de ellos
que son parte de mi vida.
Pero para mi consuelo,
y no despedirme del todo,
me puse a hacer catequesis
y tenerlos de algún modo.
Cada curso nuevos niños,
a instruirlos en muchas cosas,
inculcándoles cariño
y respeto a las personas.
Ya se terminó el curso,
y con mucha ilusión,
estan celebrando todos
su PRIMERA COMUNIÓN.
Adios, mis queridos niños,
adios, "pequeños amores";
no olvideis nunca
lo que habeis aprendido.
Recibisteis unos valores,
que os ayudarán en vuestra vida,
ahora que sois pequeños
y cuando seais mayores.
Seguid siempre el buen camino,
os deseo de verdad.
Pedid a Dios por el mundo,
y que al fin reine la PAZ.
Mariana.