LA IRREALIDAD DE LOS SUEÑOS

 

 


Temo dormir y soñar la verdad
que no vivo, ni vivir la quimera
onírica de aventura efímera,
que mi estado falsea con maldad.

Si cambiar pudiera con humildad,
alucinación real, ¡tan verdadera!,
por la realidad de mi vida entera,
no dudaría canjear tal propiedad.

Fatídico juego juegan los sueños,
la mente con arte engañan y enredan
sin saber ver lo irreal de sus ensueños.

Mis despertares de certeza dudan
la falsedad de sus falsos empeños,
¡vuelvo a los hechos reales que me inundan!.



Viernes, 17 de marzo de 2006.

Carlos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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