LÁGRIMAS SECAS

 

 

Ya se secó el manantial de tus ojos,
salieron ríos de sana alegría,
tus gozos, llenos de paz y armonía,
pero más fueron los vastos enojos.

El lagrimal, de castigos y abrojos,
vano quedóse de tanta agonía
y pena, yermo por cruel atonía
que te dejaron malditos despojos.

No existe lago ni estanque, que fútil
está la cuenca de tanto sollozo,
seca quedó la vasija, inútil.

Ya no hay tristeza, ni dulce retozo
que haga salir de bacía, antaño útil,
ni humilde gota de aquél alborozo.


9 de febrero de 2007.

 

 

 

 

 

 

 

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