LA MUERTE

 

 


La muerte es el regalo de la vida,
a él me dirijo igual que otro cualquiera,
su pasar no importa ni su manera,
dádiva obligada que nos convida.

Se inicia al nacer y uncido a cual brida
recorro toda la vereda entera.
Antes, después, con o sin hermosura
sin soltarme ni esperar bienvenida.

Sin distinguir indigencia o grandeza
con pobreza o riqueza es el final
que nos iguala con total certeza.

Es la única verdad de este mundo real
que algunos con humana flaqueza,
en el engañan con desleal destreza.



Jueves, 27 de abril de 2006.

Carlos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER