De malos consejos hiciste causa
sin considerar afectos vividos,
sin oír explicaciones y motivos
te inclinaste por la decisión falsa.
Espero la verdad que en ti descansa,
escondida, olvidada en recónditos
huecos, salga de aquéllos recovecos
y enmiende el yerro que tu vida cansa.
Influencias extrañas, de odio y acritud
llenas, de malignidad y venganza
desleal engañan la recta actitud.
Los pareceres de otros con destreza
aceptar e intuir con exactitud
su intención veracidad y pureza.
Lunes, 26 de marzo de 2006.
Carlos.